Se investigarán las llamadas de móvil antes de los accidentes de tráfico
Bartolomé Vargas, fiscal coordinador de Seguridad Vial, envío ayer un oficio a los policías de tráfico del territorio nacional para que investiguen las llamadas de móvil antes de los accidentes de tráfico, por si pueden tenerse en cuenta como «imprudencia grave» debido a la desatención del conductor.
De ser así, conllevaría penas de prisión de entre uno y cuatro años por homicidio imprudente, la pérdida del carné por otros seis y si son lesiones, la pena puede ser de hasta tres años y retirada del permiso de conducir otros cuatro años.
Vargas afirma que la causa principal en la mayoría de los accidentes es el uso del móvil. De las 600 muertes que se produjeron el pasado año en las carreteras por salida de vía, una gran parte tuvo como causa el uso del teléfono móvil.
La Fiscalía admite que no se ha propuesto ninguna reforma legal sobre el uso del móvil al volante, que está castigado con una sanción de 200 euros y la retirada de tres puntos del carné. El año pasado se formularon más de 88.000 denuncias por manipular estos dispositivos y 33.800 por otras distracciones al volante. El cerco sobre el manos libres o el navegador pone en el punto de mira al coche conectado, que requiere de éstas y otras herramientas para operar en plenitud, y a su vez es el pasaporte para la consecución del vehículo autónomo.
En las autopsias realizadas en 2017 a 651 conductores fallecidos: el 42,1% dieron positivo por alcohol, drogas o abuso de psicofármacos. De los positivos por alcohol, el 76% presentó una tasa superior a 1,2 g/l y el 49% superó los 2 g/l, lo que supone que circulaban infringiendo la ley penal.
Fuente: elmundo.es/motor