¿Quieres saber en diez segundos si el embrague de tu coche se va a romper?
Se trata de una sencilla maniobra en una zona llana para comprobar el estado del embrague en los coches de el cambio manual.
El tiempo que pasa entre un embrague aparentemente en buen estado y otro que empieza a fallar es relativamente corto. No estaría de más realizar una sencilla prueba para cerciorarse de en qué punto está.
«Con el coche arrancado y detenido en una zona llana, basta embragar, meter la marcha más larga de la que disponga el modelo (quinta, sexta…) y soltar de golpe el pedal. Si el embrague está aceptable, el coche debería calarse al instante. Si no se cala al inmediatamente, significa que el disco del embrague comienza ya a patinar y su vida útil se acerca a su fin».
Esta operación se convierte en imprescindible si se va a comprar un coche de segunda mano que tenga cambio manual.
Cuando el embrague patina, los síntomas son evidentes, al acelerar, el motor se revoluciona más de lo debido y el coche no gana velocidad con la proporcionalidad habitual, sino inferior. Si se está en una pendiente ascendente, puede que el vehículo ni avance. La pieza ya no permite una transmisión de potencia tan directa entre el motor y las ruedas, porque resbala y gran parte de los caballos del propulsor se pierde en ese rozamiento y no llegan a los neumáticos.
Fuente: motor.elpais.com
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