La sal que se utiliza en la carretera puede provocar daños en tu coche

Conducir cuando hay helada supone un auténtico peligro. Los modernos sistemas de tracción ayudan a minimizar los deslizamientos y garantizan una buena motricidad en condiciones adversas.

Pero para hacer frente a las heladas y mantener las carreteras limpias, es necesario esparcir sal. Anualmente se consumen entre 300.000 y 500.000 toneladas dependiendo de la dureza del invierno.

Pero este momento «sal» provoca daños en los vehículos que circulan por las carreteras. Algunos de ellos en la pintura, la carrocería y en las llantas de los vehículos. También puede producir una mayor oxidación en partes del coche como el tubo de escape, amortiguadores, frenos y radiador.

Los expertos recomiendan limpiar regularmente el coche, y la importancia del uso de ceras para proteger la pintura del vehículo, ya que depositan una película protectora sobre la carrocería que ayuda a mantener limpio el coche más tiempo.

También es muy importante no olvidarse del secado en los lavados durante el invierno, para evitar la formación de hielo a partir de los restos de agua.

Fuente: www.abc.es

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