Características de los neumáticos de invierno
Cuando llega el mal tiempo siempre surge la duda de que neumático será el adecuado para instalar en el coche.
Los neumáticos, tienen la función de permitir un adecuado contacto por adherencia y fricción con el pavimento, facilitando el arranque, la guía y el frenado.
Entre las características del neumático de invierno destaca un mejor agarre a la carretera tanto en suelo húmedo como en seco. Además contienen mayor porcentaje de goma natural y sílice en su composición, lo que favorece el agarre, ya que ésta composición con el frío no se endurece tanto como la goma sintética.
La principal diferencia entre un neumático convencional y un neumático de invierno es la profundidad de la banda de rodadura del neumático, en el caso de los neumáticos de inviernos suele ser superior a los 8 o 9 milímetros y el mínimo permitido es de 3 milímetros. En los neumáticos convencionales son 7 milímetros y el mínimo permitido es de 1,6 milímetros. Las ranuras del neumático son más profundas y anchas para evacuar mejor la nieve y el agua, lo que mantiene el agarre a la carretera.
Ten en cuenta que en el caso de realizar una frenada brusca en una carretea mojada a 50 km/hora, los neumáticos de invierno necesitarían 35 metros para poder parar el coche, mientras que con los neumáticos convencionales, necesitaría 8 metros más para detener el coche.
Es importante realizar un correcto mantenimiento de los neumáticos, ya que de ello depende nuestra seguridad. Un neumático desgastado puede hacer que suframos un accidente, lo correcto es cambiarlos antes de que llegue al límite legal establecido que es de 1.6 mm.
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