El calor del verano no solo es duro para nosotros, ¡también lo es para nuestros vehículos! Revisar el aceite en esta época del año es esencial para evitar problemas mecánicos y mantener el coche en perfecto estado.
Mayor temperatura = Mayor esfuerzo
Con el calor, el motor trabaja a temperaturas más altas, y el aceite es clave para lubricar, proteger y refrigerar las piezas móviles. Si el aceite está degradado o en mal estado, puede perder su capacidad de protección.
Evitar desgaste prematuro
Un aceite insuficiente o deteriorado no lubrica bien, lo que aumenta el rozamiento y el desgaste de componentes vitales como pistones, bielas y cigüeñal. Esto puede provocar averías graves y costosas.
Controlar el nivel es clave
El calor también puede aumentar el consumo de aceite, por lo que verificar el nivel es fundamental. Si el motor pierde o consume demasiado aceite, puede quedarse sin lubricación.
Mejor rendimiento y eficiencia
Un aceite limpio y en buen estado ayuda a mantener el motor funcionando de manera eficiente, reduciendo el consumo de combustible y alargando la vida útil del vehículo.
Consejos para este verano:
Revisa el nivel y color del aceite al menos una vez al mes.
Cambia el aceite según las indicaciones del fabricante, o antes si es necesario.
Utiliza un aceite con la viscosidad recomendada para tu coche y clima.
Si haces viajes largos o en condiciones de calor extremo, es aún más importante.
Mantener el aceite en buen estado es un pequeño gesto que puede ahorrarte averías y dinero, y asegurar un verano sin contratiempos al volante.