Al igual que un electrodoméstico o un teléfono móvil que estaba cargando en el momento del apagón, el coche y sus sistemas no se ven afectados por ello. Es el equivalente a desconectar la manguera de la toma de carga del vehículo, lo que se realiza con total seguridad y sin que el vehículo sufra una avería.
Los coches que estaban cargando la batería en el momento del apagón, no deberían tener ningún tipo de problema, como tampoco lo tendrían los que, estando aún conectados a un cargador, volvieron a recargar su batería una vez se activó de nuevo el suministro eléctrico.
Según explican desde AEDIVE “en el caso de que el suministro de la energía eléctrica de la red vuelva de forma repentina, los posibles picos de tensión que pueden producirse son absorbidos por los sistemas de protección que existen en las instalaciones eléctricas”.
Lo que sí pueden hacer los coches eléctricos es alimentar otros dispositivos siempre que cuenten con la función de carga bidireccional. Esta tecnología permite alimentar a dispositivos externos conectándolos directamente al coche, que usando la energía acumulada en su batería puede suministrar electricidad.
Dependiendo del modelo y del tamaño de la batería, esta función es capaz de suministrar energía eléctrica a toda una vivienda durante horas o transferir electricidad a otro coche eléctrico que necesite cargar su batería.
Fuente: autobild.es