Las compañías de seguros: tradicionales o venta directa
Un vez se tiene claro el tipo de compañía de seguros que se quiere contratar, nos tendremos que decidir por una de estas dos: las denominadas tradicionales y las de venta directa.
Tradicionales: su principal diferencia radica en la presencia física de entidades y agentes comerciales repartidos en diferentes ubicaciones de la geografía. A pesar del precio más elevado, es posible llamar o contactar por medios digitales, así como asistir personalmente a sus oficinas ante cualquier duda y/o incidencia, lo que las convierten en una de las opciones favoritas de todos los asegurados.
Venta directa: no existen intermediarios, por lo que el trabajo de las corredurías de seguros es inexistente. Tampoco hay entidades físicas y el trato con el usuario se lleva a cabo únicamente por medios más vanguardistas, como el correo electrónico o la página web, acompañados de los teléfonos. Como consecuencia, el precio es menor. La comodidad es mayor, tal y como lo es la desconfianza.
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