Cuando sube la temperatura, tanto dentro como fuera del coche, las concentraciones de esta sustancia aumentan bruscamente, entre dos y cinco veces.
Este gas tóxico producido por productos destinados a frenar los incendios, según un estudio estadounidense publicado el martes en la revista Environmental Science & Technology.
Muchos coches contienen dentro del habitáculo productos ignífugos, un estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Duke, la Universidad de Berkeley y la Universidad de Toronto, demuestra que uno de estos productos, el trifosfato (TCIPP), está presente en el aire del 99% de los vehículos analizados.
El experimento consistió en colgar una muestra de silicona del espejo retrovisor interior de vehículos recientes durante una semana, para después analizar las sustancias encontradas en esta muestra. En condiciones normales, se comprobó que la concentración de TCIPP era similar a la encontrada en el interior de una casa.
Pero cuando sube la temperatura, tanto dentro como fuera del coche, las concentraciones de esta sustancia aumentan bruscamente, entre dos y cinco veces.
La presencia de TCIPP en las espumas de los asientos refuerza este efecto. El problema es que el TCIPP es potencialmente cancerígeno, según un informe publicado por el departamento de Salud Americano.
Se recomienda controlar la temperatura en el vehículo, incluso cuando hace calor, aparcando a la sombra si es posible y abriendo las ventanillas para que circule el aire al arrancar.
Fuente: elmundo.es