¡Está claro! el estrés no es bueno ni para las vacas

Si en un restaurante te ponen un chuletón de ternera o de buey bien tierno, con un sabor delicioso, no nos preguntamos de donde viene ese animal, cómo vivía, o si era feliz.

Pero los expertos y las personas que se dedican a cuidar de estos animales aseguran que es muy importante cada uno de esos pequeños factores en el sabor, el color y la textura.

Si queremos comprobar si saben mejor los animales que viven felices lo tenemos muy fácil, simplemente con probar los jamones producidos con cerdos criados en libertad. El ejercicio que realizan sin estrés, la alimentación totalmente natural son fundamentales para obtener su sabor tan exquisito. Los huevos, la leche o el queso producidos por animales que están en entornos relajados son más sabrosos que los que proceden de granjas donde viven hacinados.

Los estudios realizados en este campo no encuentran diferencias significativas entre el valor nutritivo de los animales criados en libertad y los criados en cautividad. Pero sí existe una clara diferencia en el sabor y el olor. Además el ejercicio físico es muy importante ya que éste mejora la infiltración de grasa en el músculo, lo que hace que aumente la jugosidad y la ternura de la carne ya que la grasa tiene una gran capacidad de retención de agua.

Un régimen de pastoreo mejora la cantidad y calidad de la grasa de la leche, además la ausencia de estrés disminuye el riesgo de padecer enfermedades, lo que hace que estén más sano.